miércoles, 30 de enero de 2008

El largo retorno a casa

Ayer salí a las 18.45 del trabajo y me disponía a irme a mi casa. Caminé desde Padre Mariano hasta Manuel Montt, porque la Carla me pidió que la pasara a saludar al trabajo ya que me tenía un regalo. Me regaló unas postales de un espectáculo del municipal muy bonitas, y que según ella, podría convertir en cuadros (otro intento de decirme vete de tu casa). En la calle, me encontré con Andrés, que al saludarme me pasa dos mil pesos que me debía de cuando fuimos al Mahuida a tirarnos en Rodelbahn. Así da gusto encontrarse con amigos en la calle, que te pasen plata que se te había olvidado que habías prestado.
Luego salí a tomar la micro a Providencia, pero no encontré el paradero asi que decidí caminar hacia plaza italia hasta que encontrara uno. Igual fue entretenido caminar por otra ruta y no me di cuenta cuando ya estaba en el metro Salvador. Nunca había caminado por la plaza Baquedano, la de la fuente bicentenario, y como el día estaba bonito pensé que si ya estaba ahí, mejor tomaba la micro en Baquedano y seguía caminando.


Seguí caminando, pasé por el café literario, miré un árbol con todas las raíces afuera y pensé en lo bonito que era....ahí caché que conozco tan poco mi ciudad. Como me dió ataque de espanto, y estaba al frente de la pasarela que cruza el mapocho, decidí cruzar por primera vez el mapocho por una pasarela peatonal.

Fue como un acto de rebeldía. Cuando era chico mi mamá siempre me dijo que no debía cruzar esos pasos peatonales porque siempre arriba asaltaban a la gente. Claro que también me decía que todos los actores son gays y tienen SIDA; y que los gitanos y los comunistas se comen a los niños chicos. Que locura no!...si todos sabemos que los gitanos no comen niños (Ví Romané, o al menos los resumenes dominicales).

Por eso, y porque me dió la gana, crucé el puente sobre el mapocho. El río puede que no sea bonito, pero la brisa que corre es total. Y la gente que lo cruzaba no venía apurada ni molesta....sino que venian sonriendo, como si cruzar el puente fuese un panorama dentro de su rutina. Y lo mejor lo es, por que al otro lado del puente no había nada, ni nadie. Sólo una carretera que iba en mi otro sentido asi que me obligó a seguir caminando hasta Bellavista.


Ahí decidí esperar la misma micro que tomaría desde La Concepción con Providencia para llegar a mi casa, pero había tanta gente en el paradero y yo sabía que debía bajarme en Recoleta para el cambio de micro, que consideré que si habia caminado tanto mejor caminaba un poco más hasta el otro paradero de mi segunda micro. Así que bajé por Bellavista hasta Patronato, donde está mi paradero. Generalmente debo esperar entre 10 y 30 minutos a 'la micro', pero esta afortunadamente pasó a los cinco minutos, lo que agradecí porque mis pies me mataban. Lo que no agradecí fue que el asqueroso validador amarillo me recordará que no había cargado mi tarjeta bip, así que auto-obligado y adelantándome a cualquier enfrentamiento verbal con el conductor me bajé de la micro, y empecé nuevamente a caminar... con rumbo a Puente Cal y Canto. Ahí cargué mi tarjeta bip con 2000, las mismas que me pasó Andrés.

Salí a buscar la micro, estaba empezando a oscurecer y ya estaba cansado. tomé la primera micro que pasó, que no era una de las troncales, sino un recorrido nuevo. Dude por un momento en tomarla, pero el loco que se subió antes de yo preguntó si lo dejaba en el Mc Donnald de Independencia y el chofer le dijo que sí. Pensé que como tan mala cuea la mía que la micro no fuera 7 cuadras más por Independencia, así que me subí tranquilo.

La micro dobló en el McDonald en dirección a la J.A. Ríos. Me bajé en Vivaceta y no me quedó más remedio que caminar hasta mi casa.
Resumen: Caminé desde el trabajo hasta mi casa, salvo por las 10 cuadras que me llevó la micro por Independencia.

Llegué a las 9.00 en punto. Había salido a las 18.45. Descubrí que mi casa está a dos horas del trabajo, pero disfruté del viaje.

Eso sí, hoy me vuelvo a casa en taxi.

4 comentarios:

javiera dijo...

Que divertido tu camino a casa, claro que a mi no me sorprende demasiado porque yo soy una peatona de corazón y cuando vivía en mi casita de huerfanos con esperanza caminaba todos los días de vuelta del liceo (en la mañana no, porque siempre salia atrasada) y despues cuando entré a la U, caminaba desde maciver casi todos los días y varias veces fui a providencia caminando, encuentro total caminar por el centro de santiago porque es bien linda nuestra ciudad, tiene hermosos edificios y casas antiguas, tiene plazas y parques chiquititos escondidos en las esquinas, un río que no es muy fragante pero que le da energía a la urbe y gente, miles de personas que caminan apuradas como si el mundo se fuera a acabar y para mi, caminar lento y sonriendo por al lado de ellos es un placer dificil de describir.

Un besito
te quiero

Yo dijo...

Oye si, es verdad. La próxima vez en ves de Juntada hacemos una Caminada.

jojojo

Gabylu dijo...

Amigo, que la raja el paseo!
Oye claudio...te echo de menos!
Conectate
Bessssssssssssssssssssssssssssssssssssossssssssssssssssssss

Celica77 dijo...

Claudinhio, cuando el validador te marca en rojo, de pronto igual te cobra, si el conductor te deja pasa, la prox vez que cargas la tarjeta, te aparece el descuento..OJO, mucho OJO. De pronto te cobra y te bajas igual.
Saludos.