VeintiSiempre

Siendo las 10.35, y en vísperas de cumplir veitisiempre......me doy cuenta que tengo harto que contar. En la otra pieza está mi vieja preparando las velas y la torta para cantarme el cumpleaños feliz. Es una costumbre extraña, obvio que sólo en mi familia puede ocurrir, esto de celebrar el cumpleaños antes de la fecha. La idea original era saludar a las 12.00, pero a medida que pasaron los años se fue degenerando en esto.

Pero este año, todas las celebraciones empezaron temprano. Comencé el sábado, cuando mi mamá me trajo el primer regalo de cumpleaños de este año: Una licuadora... Si, lo sé. Mamá y Carla se están confabulando.

Después salí con la Tania, que como no va estar presente este año en mi cumpleaños me ofreció como regalo salir a “despedir los veinti-tantos” (probablemente ahora esté en Brasil haciéndo topples y persiguiendo un negro). Primero fuimos a cenar a un restaurant de comida fusión, que estaba muy bueno; y terminamos en el cine viendo Juno. Todo muy entretenido.....y los pelamos a todos ustedes.

Ahora, hay que decirlo, acabo de recibir mi mejor regalo........y me lo hizo la persona que más me conoce.....o sea, me lo hice yo mismo. En la mañana me llamaron por teléfono para ir a retirar el auto que me compré y ya lo tengo conmigo...lo manejé y todo. Así que mi tarea más próxima es practicar y practicar, ya que lo había olvidado un poco y la sensibilidad de este auto es muy distinta a la que manejé cinco años atrás.

Recapitulando, no había tanto que contar como pensé. Era más bien cosas insólitas y diferentes, que no me pasan todos los días. Mejor me voy y me preparo para celebrar mi cumpleaños de mañana...hoy. Caché que me compraron torta de piña... yo odio la torta de piña pero da lo mismo.... hay torta! Y que tanta wea, si quiero una torta de chocolate, voy y me la compro. Si ya tengo veintisiempre, no quince.